Un claro ejemplo de vocación por la docencia
Con motivo del día del Maestro, quisimos compartir esta nota publicada en el sitio universia.net.mx, donde refleja la situación que viven miles de maestros en nuestro país, cómo ha venido a ser una actividad en ocasiones de alto riesgo, debido principalmente a la campaña de desprestigio que se vive en medios electrónicos; aún así, los maestros y maestras siguen y seguirán dando su mejor esfuerzo, una Felicitación y nuestro reconocimiento.
Actualmente, la docencia implica cosas distintas a las de hace algunas décadas: los múltiples cambios sociales y las nuevas tecnologías han construido un nuevo escenario en el que los maestros deben adaptarse constantemente no sólo a las nuevas demandas de la sociedad, también a diversos retos relacionados con el mundo plural y globalizado en que vivimos
Cada 15 de mayo se celebra en México el Día del Maestro. Más que nunca, los docentes de nuestro país son foco de atención: los recientes eventos políticos que involucran de forma directa al gremio magisterial, han puesto a los profesores en el centro de la atención pública y mediática. Sin embargo, y más allá de la discusión estéril en la que se busca culpar a los maestros por la situación actual de la educación, es necesario recordar quiénes son nuestros profesores, el papel que estos juegan en el México contemporáneo y los retos y problemáticas a las que se enfrentan.
Desde la población indígena rural más distante, hasta la mayor de nuestras capitales, los profesores de México encaran día con día un sinnúmero de desafíos: desde la carencia de infraestructura y equipo de trabajo, pasando por la falta de una formación de soporte que les permita sortear con las necesidades educativas actuales, hasta llegar a las situaciones de violencia, migración y pobreza que existen en todo nuestro territorio, y que contribuyen día a día con las cifras de deserción y abandono escolar. Tan diverso es nuestro país, sus regiones y sus habitantes, como los son las problemáticas y dificultades a las que se enfrentan los docentes.
El 15 de mayo, como una fecha simbólica que nos recuerda y nos permite celebrar a nuestros docentes, es también un espacio privilegiado para reflexionar en torno a la situación actual del profesorado mexicano: ¿Cuáles son los principales retos a los que se enfrentan los maestros hoy en día? ¿Qué se está haciendo para dar cobertura a estas demandas? ¿Cómo desde nuestra propia trinchera (sea académica, política, de acción social o como padres y madres de familia) podemos apoyar a los profesores y a la labor que realizan en todo nuestro territorio?
No obstante, esta reflexión queda en un segundo plano, y se apremia a la discusión estéril, pretenciosa y muchas veces mordaz. Pareciera que ser profesor hoy en día, es ser blanco de la crítica. Mientras los medios y algunos analistas aseguran que los profesores se enfrentan actualmente a uno de los retos más fuertes de su historia (el reto de la credibilidad frente al cambio), la realidad nos muestra (y nos seguirá mostrando) que los maestros sortean día a día, y con sus propias herramientas, otras circunstancias que poco o nada tienen que ver con la eterna batalla política en la que están inmersos muchos sectores de nuestra sociedad. Los maestros no son ajenos al cambio, pues es este el que da forma a su profesión todos los días.
Los maestros llegan este 15 de mayo (como quizás en cualquier otra fecha) con una de las responsabilidades más grandes de nuestra sociedad: la de formar a los ciudadanos del mañana, los niños y jóvenes que asisten diariamente a los centros escolares. Esta responsabilidad, en un país como el nuestro, lacerado por la corrupción, la miseria y la violencia, se vuelve una odisea que los profesores jamás podrán sortear solos; más que nunca, los padres de familia, la sociedad y los gobernantes deben unirse a los maestros en la travesía de formar a las nuevas generaciones. Y es que recordemos, mucho se discute respecto a que nuestro país no cuenta con la educación que necesita, sin embargo, poco se habla de que esta responsabilidad es compartida.
Debemos en ese sentido, hacerles saber a las profesoras y los profesores de México que no enfrentan solos el reto de educar a los ciudadanos del mañana. Que así como observaremos que ellos cumplan sus responsabilidades, vigilaremos porque se defiendan y se hagan valer sus derechos.
Fuente: Universidad Iberoamericana
Autor: Universia México