La Educación Obligatoria está conformada por la Educación Básica (EB) y la Educación Media Superior (EMS). La Educación Básica se cursa a lo largo de 12 grados, distribuidos en tres niveles educativos: tres grados de educación preescolar, seis grados de educación primaria y tres grados de educación secundaria. Abarca la formación de los tres a los 14 años de edad. Tiene un perfil de egreso que es resultado de los aprendizajes adquiridos a lo largo de estos tres niveles educativos. El tipo medio superior comprende el nivel de bachillerato, los demás niveles equivalentes a éste, así como la educación profesional que no requiere bachillerato o sus equivalentes.
La Educación Obligatoria requiere reformarse porque, según criterios nacionales e internacionales, los aprendizajes de los alumnos son deficientes; y porque sus prácticas no cumplen con las necesidades de formación de los niños y jóvenes que exige la sociedad actual.
En el caso de la Educación Básica, tradicionalmente el currículo se ha concebido más desde la lógica interna de las asignaturas académicas, sin duda importantes pero deja de lado las necesidades de formación de los educandos. Es muy extenso y los alumnos no profundizan con suficiencia en los temas y sin profundización los alumnos no desarrollan habilidades cognitivas superiores; y, por tanto, desestima sus necesidades de aprendizaje. No se ha logrado ofrecer una formación integral, porque no se reconoce con suficiencia los distintos aspectos del individuo a los que la escuela debe atender ni la diversidad de estilos y necesidades de aprendizaje de los alumnos. En diversas reformas educativas el currículo se ha enfocado en temas académicos y deja de lado otros aspectos fundamentales del desarrollo personal y social. Asimismo, ha sido poco flexible, por lo que no brinda a las escuelas espacios locales de decisión sobre el currículo. Estos temas fueron señalados reiteradamente en los Foros de Consulta Nacional para la Revisión del Modelo Educativo como asuntos indispensables a considerar en la Reforma Educativa en curso.
Una de las mayores fortalezas del currículo vigente es que articula los tres niveles educativos de la Educación Básica, característica que se conserva en la presente Propuesta.
En el caso de la Educación Media Superior existe una gran diversidad institucional, que se expresa en la existencia de 33 subsistemas. Hay desafíos históricos que derivan de esa diversidad, entre otros, destacan:
- Un amplia dispersión y heterogeneidad curricular
- La ausencia de un perfil del egresado del nivel medio superior
- Problemas de pertinencia y relevancia de los contenidos curriculares
- Falta de equivalencias curriculares entre los subsistemas
- Frente a estos desafíos, la respuesta fue el diseño, en 2008, de un Marco Curricular
Común (MCC) para la Educación Media Superior (EMS). La presente Propuesta busca revisar y actualizar el MCC, dado que aún persisten problemas como los siguientes:
- Los currículos están estructurados por áreas de conocimiento y asignaturas no integradas adecuadamente.
- Los contenidos a menudo son poco estimulantes para los jóvenes y no los “enganchan” en sus aprendizajes.
- No se logra el propósito de formar de manera integral a los estudiantes.
- Existe un fuerte desequilibrio entre la formación teórica y la formación práctica.
- Los currículos siguen sobrecargados de asignaturas e información.
- Los currículos no atienden el desarrollo socioemocional de los jóvenes.